Existe un puente que cruza y divide la ciudad, la violencia, el desenfreno y la perversión de un lado, la moralidad y el puritanismo del otro. Y lo que ocurre cuando cruzas hacía la zona de lujuria, tentación y libertinaje es que la vida ordinaria se transforma en abusos, vejaciones y depravación.
Existe un puente que cruza y divide la ciudad, la violencia, el desenfreno y la perversión de un lado, la moralidad y el puritanismo del otro. Y lo que ocurre cuando cruzas hacía la zona de lujuria, tentación y libertinaje es que la vida ordinaria se transforma en abusos, vejaciones y depravación.
Existe un puente que cruza y divide la ciudad, la violencia, el desenfreno y la perversión de un lado, la moralidad y el puritanismo del otro. Y lo que ocurre cuando cruzas hacía la zona de lujuria, tentación y libertinaje es que la vida ordinaria se transforma en abusos, vejaciones y depravación.